Pregúntale a CryptoVantage: ¿Es demasiado tarde para invertir en criptomonedas?

Contrapunto: no es demasiado tarde para invertir en criptomonedas

Desde instituciones financieras tradicionales involucrándose en el siempre evolutivo espacio hasta productos emergentes en la criptoindustria, he aquí las razones por las cuales no es demasiado tarde para subirse al tren.

#1. Las instituciones se unen al juego

Por mucho tiempo, la idea de que las compañías de Wall Street se asociaran a las criptomonedas era motivo de risa. Y, sin embargo, las instituciones financieras tradicionales no solo han ingresado a sus estados de cuentas miles de millones en criptomonedas, sino que también han desarrollado equipos dedicados exclusivamente a este fenómeno y buscan lanzar productos enfocados en las criptomonedas, como el ETF de Bitcoin spot.

JPMorgan Chase, Morgan Stanley, y Goldman Sachs se encuentran entre los veteranos de Wall Street que han designado equipos para enfocarse exclusivamente en las criptomonedas y la cadena de bloques.

En años recientes, también hemos visto a varias compañías invertir en criptomonedas, incluyendo MassMutual, BlackRock, Tesla, Square, MicroStrategy, y otras menos conocidas como Fairfax County Retirement Systems y un par de fondos de pensiones canadienses.

Este interés institucional en las criptomonedas señala una amplia aceptación de las criptomonedas como una clase de activo legítima. La reputación de las criptomonedas es que son algo que solo interesa a inversores minoristas, impulsados por la avaricia y obsesionados con «hacerse ricos rápidamente», sin ningún valor intrínseco en sí. Algunas veces, es este interés institucional el que impulsa el cambio.

El hecho de que compañías tradicionales ingresen al espacio subraya su creencia en que la criptoindustria tiene validez, y que estas quieren también su tajada del pastel. Esto indica que aún es un buen momento para invertir.

#2. Nuevos proyectos en el espacio

Casi todas las semanas, un nuevo proyecto figura en el criptoespacio. Esto significa que las criptomonedas son dinámicas y que aún llaman la atención. Lo interesante de esto es que nunca se sabe cuál criptomoneda podría crecer como la espuma, lo cual resulta en emocionantes oportunidades de inversión.

Al momento de escribir este artículo, existen más de 20 000 criptomonedas. Aunque muchas de estas no tienen valor o utilidad real, también existen algunos proyectos realmente innovadores con soluciones reales.

Por ejemplo, Solana, Cardano, y Polkadot: todos proyectos relativamente jóvenes pero que han dejado atrás a otros más antiguos. Denominados como los «asesinos de Ethereum», estas cadenas de bloques hacen lo mismo que Ethereum: respaldar aplicaciones descentralizadas (DApps) impulsadas por contratos inteligentes.

Sin embargo, son más baratas, rápidas e interoperables con las cadenas de bloques, lo cual las convierte en los destinos más favorables para los desarrolladores de aplicaciones. Estos proyectos se han ubicado entre los mejores 15 en poco tiempo, lo cual detalla el valor que tienen en el ecosistema.

#3. Oferta de criptomonedas

Últimamente, todo el mundo en el criptoespacio ha estado hablando sobre los ETF de Bitcoin, pues BlackRock solicitó un ETF de Bitcoin spot a la SEC.

En general, los derivados de criptomonedas como los contratos futuros basados en BTC y ETH y las opciones ofrecidas por Binance, Deribit, y la Bolsa Mercantil de Chicago, señalan que los clientes de estas instituciones se interesan por esta clase de activos. Los inversores institucionales suelen evitar riesgos, lo cual hace que su coqueteo con las criptomonedas se considere un testamento de su valor.

Los derivados de las criptomonedas sin duda seguirán ganando adeptos a medida que los inversores institucionales sigan buscando maneras de obtener exposición o criptomonedas sin tener que mantener monederos de criptomonedas o afiliarse a intercambios.

Estos clientes están dispuestos a experimentar con las criptomonedas, lo que significa que no es tarde para invertir.

#4. La promesa de las criptomonedas

Los mercados (sean alcistas o bajistas) vienen y van. Pero la promesa de las criptomonedas de autonomía y descentralización financiera aún existe. Esta autonomía la permite, en parte, su naturaleza deflacionaria.

Esto es especialmente verdadero para Bitcoin: el pionero de las criptomonedas. Bitcoin es deflacionario por dos razones: su suministro está limitado, por lo que solo existirá 21 millones de monedas. También cuenta con lo que se conoce como «partición» cada cuatro años. La partición ralentiza la «acuñación» de nuevos bitcoins, lo cual lo convierte en resistente a la inflación.

Esto contrasta con el dinero tradicional, el cual se imprime cuando se necesita, lo cual con el tiempo reduce su poder de compra.

La naturaleza deflacionaria del Bitcoin lo convierte en una cobertura contra la inflación, por lo que se ha ganado el apodo de «oro digital». Este oro digital puede ayudar a las personas a almacenar riqueza. Para los titulares, es una salvaguarda durante épocas de incertidumbre financiera. También otorga valor a aquellas personas en países donde la divisa nacional es tambaleante.

Siempre que las criptomonedas llenen esta brecha, todo momento es bueno para invertir.

Reflexión final: aún hay tiempo

No es demasiado tarde para invertir en criptomonedas Ciertamente, el espacio acaba de empezar.

De compañías institucionales que prestan atención a los derivados de criptomonedas hasta la propia naturaleza de estas, las oportunidades no tienen límites.