¿Se pasarán los millennials a las criptomonedas cuando comience la transferencia intergeneracional de riqueza?

La próxima transferencia intergeneracional de riqueza

La próxima gran transferencia de riqueza es intergeneracional. Los hijos de los baby boomers van a heredar billones de euros de sus padres. Aunque las estimaciones varían, la cifra se sitúa entre 18 y 68 billones. En los próximos 30 años, gran parte de la riqueza que han acumulado y atesorado los baby boomers pasará a un grupo demográfico más joven. Hay muchas predicciones sobre el resultado de esta transferencia de riqueza. Yo creo que cierto porcentaje de los activos financieros transferidos a la generación más joven se canalizará directamente en inversiones en criptomonedas. La juventud no está tan interesada en la bolsa ni en las inversiones tradicionales.

Según un estudio hecho por Stilt, aproximadamente el 94% de los inversores en criptomonedas son millennials o de la generación Z.

Un número cada vez mayor de gente joven está recurriendo a las criptomonedas como medio para aumentar y asegurar su riqueza. Esto se debe a diferentes motivos. El primer hecho es que la juventud está en una mejor posición en la vida que sus mayores para asumir riesgos más grandes. Bitcoin como plan de jubilación no suena tan mal si aún te quedan más de 30 años para jubilarte. El segundo hecho es que los millennials han vivido dos crisis económicas en las que las clases de activos tradicionales «estables», como la vivienda, se desmoronaron. Esto fomentó una desconfianza extrema en las instituciones financieras tradicionales.

Los millennials se sienten muy atraídos por cualquier cosa que implique una desconexión de las prácticas habituales. Las criptomonedas consiguen ofrecerles justo eso. Los valores financieros y políticos que proporcionan las criptomonedas, como los bitcoins, resuenan con mucha más fuerza en la generación más joven. Así que no te sorprendas si ves a una oleada de jóvenes convertir su herencia en criptomonedas.

Los millonarios de Bitcoin de hoy

Ya hay un gran número de millonarios surgidos a partir del auge de las criptomonedas. Creo que esta tendencia continuará a medida que más y más personas se interesen por el potencial de los bitcoins.

Erik Finman es el millonario más joven de bitcoins que existe. Erik tiene ahora 21 años y cuenta con diferentes logros. Es más conocido por coger los 1000 euros que sus abuelos le dieron de regalo y comprar con ellos un solo bitcoin. Esto respalda el punto anterior de que los jóvenes convertirán el dinero recibido de las personas mayores en criptomonedas. Erik ha acumulado unos 401 bitcoins, que equivalen a unos 4 millones de euros. En la actualidad, es dueño de varias empresas emprendedoras, incluida una compañía multimillonaria de criptomonedas.

A pesar de una caída de valor reciente, el BTC ha producido mayores ganancias que el S&P500 en los últimos cinco años. Fuente: Yahoo Finance

Los otros millonarios de bitcoins que vale la pena mencionar son los mellizos Winklevoss. Puede que los conozcas por la demanda de Facebook en la que ganaron $65 millones. Invirtieron $11 millones de sus ganancias en bitcoins en 2013. Se convirtieron en los primeros multimillonarios de bitcoins en el 2017 durante la gran burbuja de las criptomonedas. Desde entonces, han creado su propia plataforma de criptomonedas llamada Gemini.

Los que se benefician de las criptomonedas vuelven a invertir en ellas

Tanto Erik Finman como los mellizos Winklevoss se han beneficiado enormemente de la inversión en criptomonedas. Sus situaciones son únicas y propias del «mejor de los casos». Sin embargo, hay historias a menor escala que aparecen por todo Internet. El hilo conductor de cada una de ellas es lo que estas personas decidieron hacer una vez que se enriquecieron. Quizá piensas que si te hicieras millonario de la noche a la mañana, comprarías el primer vuelo a Hawái. Pasarías tus días descansando en la playa, gastando tus bitcoins poco a poco. Cada una de estas personas que se enriquecieron con las criptomonedas retribuyeron a la comunidad a cambio. Todos volvieron a invertir con la esperanza de que el proyecto global tendría éxito a largo plazo.

Lo otro que estas personas tienen en común es que fueron de los primeros inversores. Para ser de los primeros inversores en bitcoins, debían cumplirse dos cosas.

1. Tenías que conocer la criptomoneda alrededor o antes de 2013.
2. Tenías que estar muy loco para invertir una buena cantidad de dinero en algo raro.

En las primeras etapas no había ninguna garantía de que los bitcoins funcionaran. Así que no es de extrañar que los primeros inversores que se hicieron ricos en poco tiempo volvieran a invertir en aquello que los hizo ricos. Los primeros inversores de bitcoins invirtieron por su potencial y porque creían que funcionaría. Esta es una cita de Peter Saddington sobre los bitcoins:

«Lo que reforzó mi confianza en que merece la pena invertir en esto es que el código se basa en las matemáticas. No se puede apagar».

Esto indica una creencia fundamental en el sistema subyacente, más que en el potencial para hacerse rico. Irónicamente, hay varias personas notables que han acumulado una riqueza intergeneracional en criptomonedas debido a esa filosofía. En última instancia, la creencia en el sistema es lo que conseguirá que los bitcoins y otras criptomonedas sean adoptados de forma masiva.

Transferencia de riqueza gracias a que las criptomonedas funcionan de verdad

Esta transferencia intergeneracional de riqueza significa mucho más que la desaparición de la generación anterior. Representa un cambio de creencias, valores y poder. Esto se está produciendo de diversas maneras a nivel mundial. Ya sea por las protestas, la organización masiva en las redes sociales o el prolífico aumento de las criptomonedas. Muchos de estos movimientos que vemos se prolongan varios meses y en algunos casos un año o más.

Las criptomonedas son únicas porque su propia existencia es una protesta contra el paradigma financiero actual. Es la protesta pacífica más longeva contra el orden establecido. Otras protestas se extinguen porque carecen de organización, de liderazgo o de un objetivo común. Las criptomonedas funcionan y lo llevan haciendo desde hace más de una década, porque funcionan de verdad.

Por primera vez en la historia, las personas tienen la posibilidad de transferir voluntariamente su riqueza a un sistema que sirve a ellos. Por su diseño, las criptomonedas están coordinadas, organizadas y orientadas a la consecución de un objetivo: la transferencia de riqueza y la revolución financiera.